martes, 27 de marzo de 2007

CRUCE DE LOS ANDES EN BICICLETA RUTERA




CRUCE DE LOS ANDES EN BICICLETA DE RUTA -de carrera o rutera-
por RUTA NACIONAL 7
Paso Uspallata - Las Cuevas 3200 mts. de altitud.
Para todos aquellos que ya han pasado sus jóvenes 50 años de edad.

por Pablo Fortín y Mauro Segret



El presente relato y descripción resume la experiencia de dos ciclistas de llano y porteños en el cruce de la Cordillera. Su objeto es comunicar a futuros escaladores la preparación, equipo, alimentación y ritmo de marcha, a fin de no cometer los errores que, por subestimación, mala preparación, desconocimiento, no se deben realizar si se pretende transitar por montaña. Máxime cuando, como nosotros, sea la primera vez que se enfrente a las alturas.
Llegar, como todo rutero sabe, siempre se llega, pero el estilo de rodaje en el llano es sustancialmente distinto al de montaña, y si no se lo respeta, se llega si, pero a través de verdaderos dolores de parto, sin poder levantar la vista del neumático de quien lo antecede -si puede Ud. mantener la rueda, cosa harto dudosa- o verificar todas las deficiencias del terreno a no más de 8-9 kms. horarios, en donde lo que más podrá llegar a contemplar del paisaje es sólo el aire que pueda inhalar, no sólo por su nariz y boca, sino por sus orejas y -le aseguramos- por todo orificio por el que su cuerpo se comunique con el exterior. Así no más.
Claro que una vez llegado a Las Cuevas se sentirá "amo del universo", pero ese arrastrarse, pues no otra cosa será su ritmo de marcha, no lo convertirá nunca en "amo de la montaña": de ésto se trata, que pueda verdaderamente realizar un esfuerzo, un gran esfuerzo, pero disfrutándolo.
Si Ud. es capaz de superar ese dicho que afirma que "el hombre es el único animal que se pega más de dos veces con la misma piedra", y por tanto asumir como paradigma el presente relato, puede que de Ud. se diga que es hombre que sabe sacar provecho de la experiencia ajena. Haga pues el esfuerzo de considerar como posible el siguiente relato.

Punto 1.
La Preparación.
Si Ud, como nosotros, no conoce otra cosa que las llanas rutas de la provincia de Buenos Aires, ni intente imaginarse que los puentes del Buen Ayre o de la Panamericana, guardan alguna semejanza con las subidas de montaña. Son para un camino de montaña apenas pequeñas imperfecciones, un pequeño "lomo de burro". Si quiere tener una mejor idea, considere por ejemplo la "subida de la Ford" o la de "Del Viso", extendidas en una distancia de 6 km.. O, si el plano inclinado que antecede la llegada a Escobar, se extendiese por doce km.. Y además, que todas ellas, para que asemejen en el algo el clima de montaña, deban ser asumidas en una relación de 53x11, pero no, a más de 30km. sino a sólo 8 o 9 kms por hora. Dirá Ud. que exageramos... pues no, nos quedamos cortos.
Si hemos logrado crear en Ud. una duda al respecto -no pretendemos que cartesiana-, le aconsejamos el siguiente plan de preparación:
Según el grado de entrenamiento que tenga en llano, considere que debe prepararse desde, por lo menos, tres o cuatro meses antes, e intensivamente los dos últimos.
Tendrá UD. que enfrentarse a etapas que implican, entre cuatro, cinco y hasta seis horas de pedaleo, por tanto deberá haber hecho, antes de encarar su travesía andina, por lo menos de cuatro a seis salidas de no menos de 150km. y a un promedio no inferior a 28 km en solitario, o a 33 km. en pelotón.
Deberá también "cargar" en todo lo posible del trayecto la relación de su bicicleta. Trate de circular durante por lo menos 50km. en una relación con plato grande y corona entre 11 y 14 dientes. De este modo acostumbrará -en alguna medida- sus piernas para el futuro esfuerzo que realizará con plato chico y con coronas de 24, 26 y 28 dientes.
En montaña Ud. moverá sus piernas a muy pocas revoluciones, pero la altura con la falta de oxigenación correspondiente, le insumirán un ritmo de esfuerzo equivalente al de arrastrar el 53x11, pero a muy bajas revoluciones.
Es cierto que si Ud, es una persona que ha llegado esbelta y gracil a sus cincuenta años, sin esa adiposa compañía de los michelins que envuelven nuestra agraciada cadera, es decir, si Ud. pesa menos de setenta kilos, el esfuerzo podrá serle menor y bastará que se prepare sin recurrir nunca al plato chico.
Si en cambio, Ud. ronda gracias a su "estricto" régimen de comidas, los noventa kilos, tome esto en serio, no es exageración. (Uno de quienes estos escriben, encaró la trepada con noventa y siete kilos.... (el 55x9 es poco). Es cierto que esos kilitos de más, luego, al bajar, lo convierten a uno en un verdadero tren expreso, que bien le cabría la denominación del "Gran Capitán".) De modo que su primer cometido será perder cinco kilos de peso. Para ello no se le ocurra perderlos el último mes, comience, por lo menos, con cuatro meses de anticipación.
Durante estas salidas, lleve dos botellones de agua en su bici, y, por lo menos, deberá haber ingerido en todo el trayecto, 3 de estas cantimploras. La reiterada ingesta de agua es fundamental en la travesía de montaña.

Algo que Ud., padre responsable de familia, por más que no congenie con su bruja, debe NECESARIAMENTE hacer, es un CHEQUEO MEDICO. Particularmente una ergometría. Puede tener Ud. una leve afección cardíaca, por ejemplo una arritmia que en el llano y en su género de vida habitual no lo afecte, pero que en altitud puede dispararse imprevistamente.
Ud. posiblemente, además de no acordarse del día en que vive, sea HIPERTENSO. Explique, con todos los detalles, a su médico cardiólogo y también a un CLINICO, lo que pretende encarar. Consulte con su médico, el efecto y la ingesta de sus habituales remedios para la hipertensión. Como cualquier otro medicamento que tome.
Recuerde que Ud. va a estar subiendo y bajando en un rango de altitudes entre los 1000 y 3200 mts. de altitud. y en donde la presión exterior desciende en proporción al ascenso, y el aire se enrarece. Y que va tener que realizar el equivalente de esfuerzo a una ergometría en el punto de mayor resistencia, durante ascensos continuos y pronunciados que implicarán más de una hora. No estamos exagerando.

Punto 2.
Preparación de su bicicleta.
Puede que Ud. esté muy bien entrenado, y que nunca en su vida haya estado mejor, pero su máquina tiene que estar aún en mejores condiciones que Ud. En montaña, más que en cualquier tipo de rodada, el hombre y su bicicleta constituyen un todo, de modo que no se debe poder distinguir si, su bici es una prolongación de su cuerpo, o si Ud. lo es de su bici.
Si tiene medios para comprar una mejor bici, hágalo. Si puede mejorar la suya, hágalo. Pero, de ningún modo, se le ocurra improvisar, injertar, o cualquier otra acción afín al de nuestra cultura de "lo atamos con alambre, lo atamos....". Tiene Ud. que ser muy consciente que en esto juega su salud y aún su vida, pues se desciende a más de cincuenta kilómetros, llegándose en ocasiones a rozar los ochenta –según el viento–, y durante varios kilómetros, en extensión.
La bicicleta en montaña, para estar acorde con la elegancia de nuestras finas caderas, debe estar en orden de marcha, con sus bidones, por debajo de los diez kilos. Con los actuales materiales no es algo difícil.

Asiento:
Una de las primeras reglas a observar es que se debe transitar con comodidad. Por ello se entiende, un asiento mullido; aunque era un modelo pesado, el famoso "turbo matic 2" de Selle Italia, es el prototipo de comodidad que debe poseer un asiento para esta particular travesía. Recuerde que las etapas serán de cinco o más horas. Le aseguro que Ud. se cansará mucho más, si tiene que transitar parado en los pedales porque las puntas de sus ilíacos no resisten el contacto de su asiento. (Uno de quien esto escriben, encaró la travesía con un asiento muy estilizado, anti prostático, de muy bajo peso, etc. ... error... terrible error... lo recuerdo y me duele.)

Manubrio o forma:
El manubrio o forma, como la horquilla, se recomienda que sean de carbono. Si puede adquirir una de las últimas formas, son ideales para la postura de tránsito en montaña. Sólo en la bajada de "Potrerillos" utilizará UD. el agarre inferior de su manubrio, porque sólo en este sector el pavimento está lo suficientemente liso para intentarlo. Por lo descripto comprenderá que lo que se intenta es: que horquilla y manubrio absorban las continuas irregularidades del terreno en la subida, y el tableteo que transmite el mal estado del pavimento, en las bajadas.

Zapatos:
Nos queda el último contacto con nuestra máquina: los pedales. Aquí, la clave no es tanto el pedal, sino nuestras zapatillas o zapatos. Tenga, adquiera, pida prestado, un calzado que cumpla con los siguientes requisitos: debe ser, por lo menos, una medida mayor a la suya, si Ud. calza 44, deberá tener un 45. Pero si Ud. tiene pie ancho y no existe en plaza tal horma, no tenga ningún reparo en adquirir hasta un 46.
El zapato tiene que calzarle como un guante de gamuza. Pero a la par, sus fijaciones y sobre todo sus hebillas o sistema de ajuste, tienen que permitirle transmitir todo el "vigor" de sus piernas al pedal. En montaña Ud. no puede circular con sus zapatos distendidos como, comúnmente, por comodidad, lo hace en el llano. Su tobillo y el pedal deben constituir una sola pieza con su pantorrilla. Cuidado, porque no se trata de un detalle menor. Recuerde que este esfuerzo, casi naturalmente le obliga a desarrollar un pedaleo ultra-redondo, donde deberá, por necesidad, imprimir toda la fuerza posible al trayecto de la biela.
Gente de nuestra edad, en este campo, pierde con facilidad el punto de innercia, es decir que la mayor parte del trayecto del ascenso, Ud. transitará tirando de su cuerpo y no como comúnmente se hace en el llano, acompañando la bicicleta. Repetimos, no hay inercia durante kilómetros y hasta horas, Ud. transitará a un promedio entre 8 y 12 kms. hora. Por tanto su calzado es uno de los puntos claves para este ascenso.
A la par sus pies no deben tener ningún punto de inflamación. Si no ha ido nunca al podólogo, este es el momento. Una semana antes –nunca más– hágase los pies, sabrá luego agradecer esta coquetería tan poco varonil. (Con este comentario, comprenderá que somos de aquellos ciclistas que NO nos depilamos las piernas... por las dudas... se lo aclaramos.)

Ruedas:
Ni se le ocurra intentarlo con algún tipo de ruedas de las denominadas "rígidas". Perfiles de 2,3,4 o 5 cm. no sólo le obligarán a bajar la presión de las ruedas, con lo cual la bici estará más pesada aún, sino que copiarán como fotocopiadoras, un terreno que por efecto del clima, nieve, cambio de temperaturas, cadenas, tránsito continuo de camiones, tiene una carpeta totalmente irregular y serruchada. Se escribe esto con total conocimiento de causa, uno de nosotros subió con un par de ruedas de campagnolo del tipo vento o zonda. Buenas para el llano, pero una tortura para ascender y también en la bajada. En el ascenso todo ello se transmite en las nalgas, manos y antebrazos, y en el descenso en la planta de los pies, hasta convertirse en un dolor mucho más agudo que el que se pueda tener en las asentaderas. Adviértase que en las bajadas son los pies los que absorben más las irregularidades del terreno, pues para evitarlos uno se para en los pedales, aunque más no fuere, instintivamente. (La hinchazón de las plantas de los pies, sólo cedió luego de cinco días de terminado el viaje).
Por tanto, llevar las ruedas que han sido hechas para montaña. Como, es muy posible que se rompa algún rayo, o que un golpe les haga perder el centrado, se recomienda que en el grupo, por lo menos se lleve un par de ruedas de repuesto cada cuatro bicicletas, o más según se utilicen grupos shimano o campagnolo y no exista compatibilidad entre ellos.

Cubiertas:
Milagrosamente no tuvimos ninguna mordedura y/o pinchadura. Lo atribuimos a la calidad de las cubiertas. Aquí tampoco se debe ser mezquino, aunque, como todo ciclista sabe, no hay cubierta que no se pinche. La medida 700x23 es la más recomendable; si el camino fuese una mesa de billar, no dudaríamos en utilizar un 700x20, pero ya se sabe que no es el caso.
Recuerde que no sólo va a ascender sino que tendrá que afrontar bajadas durante las cuales no tendrá necesidad de pedalear, según el viento, en por lo menos seis kilómetros. No querrá Ud. reventar una cubierta o cortar un rayo. No dudamos en aconsejar el empleo de clinchers Michelin o Continental.
De presión, según cada uno, opte por 7 u 8, ni más, ni menos.

Relaciones y Palancas:
Relaciones:
En montaña verá pasar subiendo a camiones que, cargados, transitan a sólo dos o cuatro kilómetros más que Ud. Para aprovechar toda su potencia van tirando numerosos cambios, Ud. hará otro tanto. Por eso lo recomendable es un buen grupo, de diez velocidades, en el que el cambio de velocidad sea exacto y casi imperceptible. Uno de nosotros subió con un campagnolo récord de principios de la década del '90, de ocho velocidades. Un grupo eterno que nos sobrevivirá, pero que carece de la precisión de los modernos y que fue armado -como injerto- con coronas de 11 a 26, con lo cual cada cambio de velocidad implicaba un salto, que se sentía como si cayese sobre el ciclista una barra de peso de 20 kgs.
Además, si Ud. realiza una superposición de coronas nuevas y viejas para lograr la relación deseada, es evidente que la cadena tardará por lo menos cien kilómetros, para acoplarse con regularidad. Esto tiene que estar solucionada antes de encarar la subida. De no ser así, los cambios saltarán, o no entrarán, o descarrilarán, todo lo cual se sumará a su cansancio y de seguro en los primeros cincuenta kilómetros, luego de encarar alguna extensa subida, continua de 6 u 8 kilómetros, se consumirán sus reservas y textualmente se "arrastrará" los próximos cincuenta kilómetros hasta llegar a Uspallata, en la primer jornada. (De hecho, así sucedió con uno de los participantes).
En definitiva, el cambio, como todo lo anteriormente descripto, es clave para montaña. En llano, Ud. puede arreglársela sólo con un cambio de plato o bajar el ritmo; en montaña, no se puede seguir.
Las relaciones recomendadas son: 11/12 a 26/28. Y platos: Grande de 53/52 y Chicos 42/39.
Palancas.
Ud. va a transitar por montaña, tiene que llevar por tanto un largo de palancas que le permitan mantener el más redondo de los pedaleos posibles. Si bien va a descender, y a altas velocidades, en relación al tamaño de las bielas o palancas se debe privilegiar el ascenso sobre el descenso. Creemos que 172,5 mm. puede ser la medida de referencia ideal.
No cometa el error de utilizar, como uno de nosotros, la medida180 mm. Si bien son óptimas –según el tamaño y fuerza de quien las utilice– para la bajada de Uspallata a Mendoza, es decir, el último día. En todo el resto del trayecto no le permitirán desarrollar un pedaleo redondo en la subida, ya que a bajo régimen y no alcanzado el punto de inercia, por su desmedido tamaño conllevan a pedalear al estilo pistón, con lo cual así como transmiten toda la potencia en una contrarreloj, aquí el efecto es proporcionalmente inverso.
Cadena de transmisión.
Se recomienda llevar un par de repuesto... por si las moscas. Sucede que al estar el camino tan serruchado, en las bajadas es muy factible –nos sucedió dos veces– que se salga la cadena, sobre todo si Ud. venía circulando en el plato chico. Puede que se le enrolle y se corte, sino algo peor si tomase contacto con los rayos de las rueda trasera. Por ello, MUCHO CUIDADO EN LAS BAJADAS.

Punto 3.
Alimentación.
Líquidos.
En llano, aún con mucho calor, basta con circular con una sola caramayola. En esta ocasión, sí o sí, deberá llevar dos, o al efecto tener presente que en cada una de las etapas debe Ud. tomar entre 3 a 5 litros de líquido. No se deje engañar por el clima seco, que lógicamente le hará creer que Ud. está exudando menos que en el llano: sucede todo lo contrario.
Es muy conveniente ingerir, particularmente con antelación al abordaje de las extensas subidas "kilométricas", glucosa. Existen pastillas que deben ser acompañadas con la ingesta de mucha agua, o por lo menos un chupetín de cabeza redonda. La experiencia de los montañistas, no sabemos si corroborada científicamente, indica que tomar glucosa ayuda a superar los efectos de la altura. Así lo comprobamos con uno del grupo que llegado a "Polvaredas" estaba realmente apunado, bastó con una pastilla para que pudiese seguir exitosamente hasta "Las Cuevas".
Alimentación.
El esfuerzo desmedido y desacostumbrado, pues la incertidumbre ante un espacio que no le es familiar incidirá fuertemente sobre su sistema nervioso y por tanto en su ánimo, implican un fuerte consumo de potasio, sales, etc.
Es recomendable en las etapas de ascenso, por lo menos realizar "dos" paradas para alimentarse. La dieta básica consistirá en sandwiches de jamón crudo y queso, bananas, acompañado de bebidas ricas en sales y minerales. Coma, por lo menos, dos sandwiches. Aunque regrese al camino con el estómago demasiado lleno para su gusto, el sentirse incómodo en los primeros kilómetros, no le quepa duda que redundará en un mejor estado de reservas para encarar los últimos kilómetros. Porque, caballeros, en las dos etapas de ascenso, lo más difícil –y la palabra no alcanza a caracterizar el grado de dificultad– son los últimos kilómetros. Ya verán.
En el descenso, según se comporte su organismo, bastará con realizar la mitad de paradas para alimentarse, y consumir 1/3 menos de líquido. Pero... no se confíe.
En la noche anterior a la salida y en el albergue de Uspallata y días de reparación que se realicen en Chile, la dieta debe ser preferentemente, como Ud. ya sabe, de carbohidratos, de modo que ¡¡¡Hártese de comer pastas!!! Pastas a la noche y un buen desayuno, son claves para emprender esta travesía.

Punto 4.
Logística.
Debido al nutrido tráfico de camiones, deberán Ud. y su grupo transitar con un automóvil de apoyo, cuya principal misión es advertir a los otros vehículos de la presencia del pelotón.
Conseguir el vehículo no es fácil, porque implica llevar con cierta comodidad, en este caso, cinco personas de no menos de 1,80 hasta una de ellas casi 2 mts., a lo que se suma los alimentos, repuestos, equipaje y lógicamente las bicis.
Si ya problemático es conseguir un vehículo acorde, en nuestro caso Carlos Báez cedió su Citroén Picasso el que resultó muy cómodo y económico, más dificultoso es conseguir un chofer con experiencia. Tuvimos el agrado que nos acompañase un viejo amigo de Osvaldo, ingeniero como él, y hombre de gran facundia y cultura, y sobre todo, paciencia, don Gonzalo Verdaguer, quien ya había realizado otros cruces con la misma misión. Gracias a él tuvimos la suerte de conocer con profundidad la historia, geografía mendocinas, como numerosos temas relacionados con la ingeniería y la agricultura de la zona.
El vehículo, como es lógico, terminará en los ascensos acompañado a los más rezagados. Si Ud. ha seguido todos nuestros consejos y se encuentra adelante, ascendiendo como una libélula, no se aflija porque por lo general, los camioneros que frecuentan esta ruta tienen conciencia de la presencia y el ritmo ciclístico. Además, el camión cargado, transitará en las subidas, al doble de velocidad que Ud., es decir entre 20 y 40 km. por hora, difícilmente a mayor velocidad.
Autos y ciclistas, en determinados puestos de Gendarmería deberán llegar todos juntos. Los ciclistas deberán informar cuántos son y en qué auto viajan.
En el auto, se llevarán las comidas y bebidas en una heladera, asistida con una bolsa de hielo. Es conveniente llevar un botiquín de primeros auxilios.... (mucho methiolate... un bidón??? -broma-)
Documentación.
Importante:
la documentación del auto o bien debe estar a nombre de quien maneja, o de alguno del pelotón. O, en su defecto, se debe llevar una autorización ante escribano del titular o co-titulares para poder ingresar en Chile.
Los ciclistas ingresan con DNI, o cédula del Mercosur, como también, cosa frecuente entre nos, con la histórica Libreta de Enrolamiento.
Portabicicletas y portaequipajes.
El túnel internacional, como alguna bajada, no se pueden transitar en bicicleta. Por tanto deberán ser subidas a algún vehículo. Tenga presente ello.
También al subir al automóvil, se tendrá que acomodar el equipaje en un buen porta equipaje. Téngalo también presente.
No se olvide de llevar cámara fotográfica.

Punto 5.
Busque y déjese aconsejar.
La humildad es la llave del ascenso
.
A Ud. no le resultará difícil seguir todas las recomendaciones hasta aquí efectuadas, es más las encontrará muy razonables y de no seguirlas seguramente se deberá a falta de tiempo o a inconvenientes externos o involuntarios. Pero.... pero siempre, en mayor o en menor medida, le parecerán un tanto exageradas, y recorrerá su memoria haciendo hincapié en todas esas ocasiones en que se arrastró exhausto por la rutas, en esos palo a palo durante kilómetros y al final... llegamos y en el pelotón.
Y hay más, su imaginación, la "loca de la casa" como la llamaba Santa Teresa de Jesús, en esa recapitulación de sus "palmares" ciclísticos le pueden hacen imaginar que si Ud. tuviese tiempo para entrenarse, hasta se animaría a correr la ¡¡¡Doble Bragado!!! Obviamente, imagina con objetividad, no llegaría ni en el pelotón de punta, ni en el segundo, pero, afirmaría con suficiencia: "seguro que llego".
En nuestro grupo de ascenso fuimos cuatro, dos mendocinos y quienes escribimos este relato. Uno de los porteños, hizo gala de una gran imaginación, no muy humilde que digamos. Cuando lo que se trataba era de escuchar como esponja todas las indicaciones y consejos que los dos amigos mendocinos nos hicieron.
Al final del viaje, los familiares nos esperaban en la casa de "Chacra de Coria" con un llamativo cartel de "Llegada" y una entrega de premios. Uno de los porteños recibió el premio "Al optimismo", que es un educado eufemismo para caracterizar la típica actitud sobradora del porteño.
Para aquél que no escucha consejos, pues considera que no puede haber peores dificultades que las del llano, es como pensar que si uno sólo sabe nadar en una pileta, puede estar habilitado para cruzar el río de La Plata.
¿Qué queremos significar? Que es muy conveniente si se desea realizar un ascenso razonable, seguro y dentro de la mejor perfomance que se pretenda a nuestra edad, ser liderados y acompañados por gente de Mendoza. Tuvimos la suerte, conciencia de lo cual se tiene a medida que pasa el tiempo, de haber tenido la guía, consejo, ayuda y haber consolidado una futura gran amistad, con dos grandes montañistas: Osvaldo Mosso y Carlos Báez. Ambos son de lo mejor del grupo de montañistas de Mendoza, mejor escuela no pudimos haber tenido.
El presente relato, nos es otra cosa que la exposición de la organización, consejos, decisiones, hechos por Osvaldo. El fue el mentor, en base a su gran e inteligente experiencia, fruto de varios cruces. Siempre adelante, siempre a buen ritmo, todo previsto, sin ningún falla organizativa y/o de alojamientos. Y, fundamentalmente, siempre un trato fino y delicado, sereno y firme, que trasuntan su señorío personal y de la montaña.
Carlos Báez, o "bull Carlos". Una bestia de más de noventa kilos, metro ochenta, tan buen trepador como llanero, quien fue el complemento perfecto al liderazgo en el ascenso de Osvaldo. Un ganador nato, un completo atleta capaz de poner en apuros a gente veinte años menor.
Con ambos, logramos, en ocasiones arrastrándonos, más que razonables promedios, que pudieron ser mejores y corridos en mejor estado físico y mental, si hubiésemos sido, desde un primer momento, ¡¡¡humildes!!!
En definitiva, que a igual edad puede haber iguales escaladores, pero seguro que no mejores.
Entonces, lector, el consejo es que debe Ud. hacerse acompañar con mendocinos, sanjuaninos o con quien tenga experiencia de montaña.
Obviamente que todos estos consejos se aplican a todos aquellos que quieran hacer este ascenso de un modo competitivo, a lo rutero. Llegar siempre se llega, ya lo dijimos, pero Ud. como nosotros, tiene ese bichito de la competitividad. Lo otro es cicloturismo, respetable. Además la montaña, con sus dificultades, todo lo iguala o acorta las diferencias, pero no es lo mismo llegar en dos etapas, que en tres, a tal promedio y no a tal otro, etc.
De más está decir que para el cruce existe un itinerario de mayor grado de dificultad, por ejemplo, hay quienes llegan pedaleando a "Viña del Mar" en sólo dos días, en vez de tres. Ni se le ocurra intentarlo la primera vez, salvo que tenga plena conciencia de lo que enfrenta. Para ciclistas con nuestro grado de preparación, de llegar la ocasión, creemos que sólo sería razonable intentarlo luego de dos cruces cordilleranos. (No creo que tengamos tal oportunidad).
(Existe en internet un relato de dos etapas, cuya lectura fue contraproducente, pues si se podía hacer en dos y nosotros que lo hacíamos en tres, ¿qué dificultoso podría llegar a ser? Hacerlo en dos, y máxime la edad de los integrantes de esa peña, fue algo muy, pero muy, meritorio. Muy pocos lo pueden hacer, aún siendo jóvenes. Nuestras felicitaciones a los integrantes de la Agrupación Cicloturistas de Marcos Juárez, Pcia. de Córdoba.)




Punto 6.
Travesía de los Andes.

Aclimatación.
Es conveniente arribar a Mendoza con dos o tres días de antelación para aclimatarse en alguna medida. Si bien se rondan los 700 mts. de altitud, Ud. podrá realizar una salida a "Cacheuta", algo más de 60 km -ida y vuelta-, en donde ascenderá por encima de los 1000 mts.
Lo que Ud. debe advertir es que no tendrá conciencia del ritmo de ascenso que lleva, por tanto puede que crea que su bicicleta va frenada o tiene algún desperfecto, o que tiene alguna indisposición motivada por falta de sueño, alimentación, ansiedad, etc.. Ni lo uno, ni lo otro, Ud. está sufriendo los efectos de la altura. (No se le ocurra pensar que existe una conspiración contra Ud. y se encuentra sometido a los efectos de la "kriptonyta verde", como le sucedía a Supermán. Aquí en adelante, "Luthor", el villano, es y será la altura.)
El otro circuito de aclimatación, es el "Parque General San Martín", en donde se circula alrededor del lago y es muy recomendable, realizar sucesivas subidas al "Cerro de la Gloria", por lo menos cinco. No le resultarán muy dificultosos los reiterados ascensos, ya que están acompañados de sus respectivos descensos, pero tenga presente que este ascenso no es equiparable en extensión y condiciones de altitud y climáticas a los que se deberá enfrentar.

Primera etapa.
Mendoza - Uspallalta.
En nuestro caso partimos de "Chacras de Coria", por tanto la distancia fue de 103 km.
Altitud:
Mendoza 700 mts. Uspallata + 1800 mts.
Pasos:
Subida a Potrerillos 1324 mts. altitud. (km.40)
Subida Guido aproximadamente igual altitud. (km.67)

Hora recomendada de salida. No más tarde de las 7 hs.

Itinerario.
El camino avanza con punto de referencia en la refinería de "Luján de Cuyo", hasta empalmar con la ruta nacional Nº 7. Se trata de superar el primer cordón de la precordillera, para a la altura de Potrerillos retomar el cauce del río Mendoza. (La vieja ruta seguía su curso por el camino hasta "Cacheuta". El embalse de Potrerillos cubrió el viejo camino, por eso se realiza el asalto al valle cordillerano, más al sur. En su línea de avance tendrá a su izquierda la imponente y solitaria figura del cerro "Tupungato", que, a pesar de su forma, no es un volcán.)
Hasta las estribaciones, según la composición del pelotón, se puede fácilmente realizar un promedio superior a los 30kms. hora.
Aproximadamente a los 40km. Ud. se encontrará con una de las "llaves" o "claves" para entender y encarar el ascenso.
Ud. ha venido realizando hasta aquí un ascenso, que debido al plano inclinado y al concurso de su pelotón, no ha advertido, como tampoco le ha resultado extenuante o simplemente cansador. Es decir, que en este punto, se puede afirmar que Ud. está entero. Es más, se sentirá fuerte.
Pero, el verdadero problema consiste en su capacidad para adecuarse a este primer ascenso. Tenga bien presente que su mentalidad dominante, su experiencia de años, es la de un llanero. Sus hábitos de pedaleo lo son. He aquí la primer dificultad: por hábito Ud. comenzará esta ascensión como un llanero. Ud. seguirá, al principio de modo fácil pero con esfuerzo, el ritmo de los montañistas, pero su gasto de energía será sustancialmente mayor y cuando corone esta primera cuesta, que tiene una extensión de por lo menos 6 u 8 km. llegará extenuado, y tendrá que realizar un gran esfuerzo, no previsto ni imaginado, para mantenerse a rueda de los experimentados montañistas. No se desanime, pero ellos ascenderán hablando entre ellos, y Ud. los seguirá ya boqueando.
¿Qué es lo que se debe hacer? Escuchará reiteradas veces que cada uno debe seguir su ritmo. Pero a ¿qué ritmo se refieren? No al que Ud. acostumbra en el llano, sino al que debería Ud. seguir si tuviese hábitos de montañistas. De modo que si Ud. sigue "su ritmo", al poco tiempo consumirá una considerable reserva de sus energías; tal es lo que habitualmente sucederá.
¿Solución? Péguese a rueda de los experimentados montañistas y haga, copie y hasta exagere, todo, pero todo, lo que estos hagan. Verá Ud. que enseguida pasan a las coronas mayores, cosa que UD. llanero, en principio le incomodará porque no es su ritmo habitual, pero NO hay otro modo de circular en montaña, por lo menos a nuestra edad.
Cuando Ud. se acostumbre a utilizar adecuadamente las multiplicaciones, de ahí la ventaja de las diez coronas y un buen cambio, recién aquí sí "siga su ritmo". Muy posiblemente, al seguir su ritmo, los experimentados montañistas en el suyo, circulen uno o dos km. más veloz que Ud.: "No intente seguirlos, porque ese es el ritmo de ellos, no el suyo. En esto consiste seguir su ritmo."
Son muy pocos los que han sabido sacar provecho de estos consejos ¿por qué? Porque una vez coronada esta cuesta, comienza una de las mejores diversiones del programa: un descenso hasta la "Villa de Potrerillos" de más de 6km. en los que Ud. no necesitará pedalear y rondará el promedio de los 50km. por hora. Esta es la única bajada en que existe un grado de seguridad razonable para imprimir a su bicicleta el máximo de velocidad -hay registros de más de 70km. horarios, según el viento, tránsito, etc.–. Hasta Potrerillos Ud. se encontrará con el mejor pavimento de la ruta, aprovéchelo.
Pero, el llanero, con el regalo de esta bajada sin igual, pronto olvidará el esfuerzo que le implicó coronar la subida y es lógico que en poco o en nada haya contribuido a cambiar sus hábitos, puesto que en definitiva, llegará a la par o quizás adelante de los montañistas. La gran diferencia, y esto es lo importante, es que ellos están enteros, pues para un ciclista de montaña, 50km. equivalen a un esfuerzo de 30 en el llano, y en cambio Ud. por sus hábitos, inquietud por la novedad, ansiedad, etc. tenga presente que habrá ya consumido gran parte de sus reservas pero sin advertirlo.
En Potrerillos, puede Ud. bajar, como hicimos nosotros, hasta la vieja localidad, a la vera del cauce del río Mendoza y tener allí su primer parada de alimentación.
Como Ud. no tiene plena conciencia del esfuerzo que le ha implicado, obnubilado todavía por las anécdotas del descenso, tampoco le dará mucha importancia a la "necesidad" de, como recomendamos, ingerir dos sandwiches, bananas, bebidas, etc. Ud. debe tomar conciencia, que su organismo hasta aquí no pedaleó sólo los 50km. sino que éstos equivalen el doble para un hombre acostumbrado al llano. De modo que he aquí la segunda clave o llave.
No es fácil en sólo 50km. tomar conciencia del "ritmo" y la "alimentación" en montaña. Como todo hábito necesita de tiempo y distancia para ser adquirido, pero lo primero es la intelección de la necesidad de adquirirlos. En ello reside la experiencia que debe Ud. adquirir en estos primeros kilómetros. Advertir que debe esforzarse en adquirir otros hábitos. Toda una lección de humildad que le ayudarán para su vida diaria –familiar y laboral–, en tanto no olvide por lo que pasó.
Advierta también que ya ha coronado una altitud de 1324 mts.
Siguiendo el curso de la vieja ruta 7, a la vera del río, se empalma con la nueva en un lugar que los ciclistas han bautizado como "el sapito", por una piedra de una ladera, a mano izquierda justo en el empalme, que tiene tal forma.
El camino sigue en un ascenso no muy pronunciado hasta llegar a otra gran cuesta, la de Guido, que se corona a 17kms. de distancia de Potrerillos, a similar altitud. Viene luego otra bajada, de mucho menor magnitud, y se entra en una zona uniforme de suaves ascensos y descensos, obviamente en línea ascendente, facilitado su tránsito por varios túneles de una extensión, no mayor a los 70 mts. Conviene aquí no perder contacto con el auto de apoyo, porque las velocidades de los camiones, si bien no excesivas, son importantes merced a lo relativamente llano del camino. Promedios entre los 18 y 24km horarios son razonables para este trecho, que se extiende 26 km.
Antes de llegar a la estación Uspallata, en donde la vía del tren sigue el curso del río e inicia el ascenso definitivo a la Cordillera, a mano derecha encontrará Ud. un bosquecillo de no más de diez árboles, en donde realizará su última parada. Aproximadamente 10 km. de la localidad de Uspallata.
Su estado físico, si no siguió estos consejos, para este momento será... sí.... más que lamentable. En Potrerillo, mitad de camino, Ud. ya había consumido gran parte de su bagaje físico y emocional. Aquí, rondando los 90 km., ya comienza Ud. a cuestionarse que algo pasa. No tiene conciencia que desde hace más de cincuenta, casi sesenta kilómetros, viene Ud. circulando por encima de los 1300 mts. de altitud, la estación ferroviaria de Uspallata se encuentra a 1750 mts. De hecho, este nuevo descanso, puede que orille los 1600 mts. Uno de quienes ésto escriben, en este lugar se descalzó, apoyó hacia arriba sus piernas y sólo pudo ingerir en esta posición sandwiches y bebidas.
Y falta lo peor. Sólo 10km. pero en subida, no tan pronunciada como las dos primeras del trayecto. Del bosquecillo se baja y cruza el cauce del río Mendoza por un puente y hacia el noreste y desde allí se inicia una constante subida que corona en la localidad de Uspallata. No es tan empinada como la de Potrerillos pero sí más larga. Aquí Ud. ya comienza a intuir en qué consiste el ritmo de montaña, no porque lo haya comprendido y razonado, sino que, su estado físico y la geografía, le imponen u obligan a seguir el único ritmo posible, en el que Ud., como el lector comprenderá, no irá sentado dominando máquina y paisaje, sino arrastrándose, arrastrándose y arrastrándose, dejando una delgada y viscosa línea en su rastro, de la vanidad herida y el orgullo desplomado en el insólito peso de sus pies.
Pero como dijimos: llegar siempre se llega. Se llega, a doscientos o trescientos metros detrás, pero se llega, arrastrándose, pero se llega.
La pregunta es ¿habremos sabido sacar provecho de lo sucedido?

Estadísticas:
Distancia 103 kms.
Salida 7hs - Llegada 12,30hs.
Horas de pedaleo: 4,43 hs.
Promedio +22kms/hora
Veloc. Máxima: 56/ 59 km./hora.

Nos alojamos, gracias a la previsión de Osvaldo que tenía ya todo reservado y preparado –horarios de comida y desayuno– en el hotel "Los Cóndores", paso obligado de la gran mayoría de los ciclistas que encaran esta travesía. Nos dieron una habitación para las bicicletas, una doble, otra triple, ambas con baño y TV. Es el hotel para recomendar en la zona, que tiene muy buena cocina, atento a la dieta de los ciclistas y los desayunos. El nuestro fue a las cinco de la mañana.
Llegados nos bañamos, fuimos a almorzar en el pueblo y luego realizamos una caminata "regenerativa" para conocer el viejo hotel Uspallata, construcción del estilo de los hoteles de Chapadmalal, Río Tercero o Sierra de la Ventana, y en su época de primera categoría; hoy pertenece a la federación de sindicatos de comercio. Puede llegar a ser una opción válida, a falta de alojamiento en "Los Cóndores".
Comimos temprano, pastas y a las diez estábamos durmiendo.

Segundo Etapa.
Uspallata - Las Cuevas.
Distancia 84 kms.
Altitud: +1800 mts a 3200 mts.

Nos despertamos aproximadamente 4,30hs, desayunamos de modo excelente –para recomendar– y a las 5,45 hs. estábamos en camino, sin aún amanecer.
Carlos Baez llevaba un farol delantero cateye de luz blanca, con una potencia excepcional, amén de tener el apoyo de las luces del citroën.
El propósito de salir tan temprano fue tratar de evitar los fuertes vientos, que por regla general y sobre todo los últimos kilómetros, soplan desde el Oeste hacia la línea longitudinal de avance por el valle del río. Sin duda se trata de la etapa más difícil.
El camino sigue el curso del río Mendoza y la línea del ferrocarril transandino. En realidad su perfil es del mismo género el de la etapa anterior, la diferencia es que tiene una mayor magnitud, pues ya no transita en la pre cordillera, sino en la misma Cordillera de Los Andes. Por tanto, sólo del lado chileno con la subida de Caracoles, tendrá Ud. algo parecido a lo que sucede en las Vueltas, Tours y Giros de España, Francia e Italia.
En definitiva que se trata de un trazado recto, pero en montaña, es decir con largas subidas y bajadas y pampas intermedias, que al lado de las subidas parecen llanas, pero cuando se las ve hacia atrás en perspectiva denotan también una línea de ascenso.
El primer tramo son 44 km. hasta "Polvaredas".
Al salir de Uspallata el camino transcurre llano por menos de 5 kms. en donde, entrados en calor se transita circa de los 30kms.hora. Aparece la primera dificultad, una subida que al estar frescos es fácilmente sorteada, se transita unos km. por una meseta y se inicia una larga bajada –que de vuelta es una fuerte subida– al valle del río. Desde allí el camino transcurre entre subidas, bajadas, túneles, subidas y bajadas, obviamente en línea de ascenso. En realidad puede que sean tres las subidas importantes de esta primer etapa.
Habida cuenta la "paliza" recibida en la etapa anterior y por aquello de que "la letra con sangre entra", se puede afirmar que uno ya entiende –en carne viva– qué es pedalear a ritmo y no deja de prestar atención a cualquier indicación de los compañeros montañistas. A lo que se sumaba saber que esta sería la etapa más difícil. Así lo mencionaban todos los relatos leídos y escuchados. Así fue que a "Polvaredas" se llegó en bastante buen estado en relación a igual parada anterior en "Potrerillos". Sólo hubo un inicio de apunamiento –fea sensación– que fue neutralizada con la ingesta de una pastilla de glucosa. En realidad los rostros de los cuatro tendían al azulado, prueba inefable de la altura ascendida.
Esta vez, a la vera de la escuela del lugar y amparándonos del viento, nos retroalimentamos con método.
Insistimos en el hecho de tomar mucha agua. La mejor prueba de que lo estamos haciendo correctamente son las ganas de orinar que se tengan en cada parada. Debe Ud. hacerlo en cantidad, de no ser así tome mucho más agua. Mucho cuidado con ello.
En toda este trayecto, fuere cual fuere la etapa del mismo, el camino por acción del clima –viento, lluvia, nieve, temperaturas– y del continuo tráfico de camiones está muy deteriorado. Por ello tenga muchísimo cuidado en los descensos, puede Ud. verse transitando súbitamente en un "serruchal" y perder el dominio de su máquina, romper un rayo, salirse la cadena, pinchar un neumático. Baje con las manos en los frenos y con la mirada fija a más de treinta metros por delante. También hay mucha piedra suelta. En estos descensos, guarde un espacio de cinco metros con sus compañeros para facilitar las maniobras de esquive y guiar a los que vienen detrás.
Segundo tramo: Polvaredas - Puente del Inca. 30kms.
En esta segunda etapa la mayor dificultad ya pasa a ser definitivamente la altura. En las pocas subidas del tramo sólo se siguen promedios de 8/9/10kms.. Las mismas no son muy extensas, pero la falta de costumbre a la altura incide sobre la respiración.
La etapa se divide en un trayecto de 14 kms. hasta "Punta de Vacas", luego 9 kms. hasta el centro de esquí de los "Penitentes" y finalmente otros 7kms. hasta "Puente del Inca", en donde se realiza la última parada para afrontar lo más dificultoso de todo el viaje.
A "Puente del Inca" se llega muy cansado, pero relativamente entero. Es importante en esta parada aprovechar para cubrir "todo" tipo de necesidades. Existen, de haber necesidad, numerosos sanitarios y lugares para comprar cosas. Descanse, sobre todo su mente, coma y tome en abundancia, pero fundamentalmente realice un trabajo psicológico para insuflarse optimismo.
Restan 16 km. divididos en dos largas subidas a mucha altitud. Ud. está en este sitio a 2393 mts. de altitud, y en 16 km. coronará los 3.200 mts.
Tercer tramo: Puente del Inca - Las Cuevas. 16kms.
La clave de este último tramo es la siguiente: "si llegue hasta acá, 16km. los hago... llegar, siempre se llega". Entonces: reflexione sobre lo que ha experimentado hasta aquí en función de cómo se debe pedalear en montaña. A esta altura Ud. ya ha entendido, harto entendido, qué significa "siga su ritmo". Pues bien, "siga su ritmo".
Mentalícese para un esfuerzo de circa 1 hora y 45 minutos pedaleando a un promedio de 7-8-9 kms. hora (si le restan fuerzas hasta puede charlar con los camioneros que lo pasan a poco mayor velocidad). Aquí es cuando, según el peso y fuerza de cada uno, entra a jugar una buena relación 39-28. (Nuestro líder Osvaldo, subió con 42-26. Lo que implica experiencia, aire y lo que hay que tener)
Tiene Ud. dos subidas, divididas por una pampita de 2-3 kms. La primera se la conoce como de "Los Horcones", la última era la histórica "Cuesta de los Ingleses", rebautizada "De la Soberanía". Ambas difíciles, pero en más la segunda.
La primera se encara habiendo descansado, no obstante su dificultad se puede decir que uno todavía está entero, en el sentido que las piernas le responden y el esfuerzo desde el punto de vista psíquico es controlado. En definitiva, que todavía uno es dueño de la situación.
En todo el trayecto de montaña la clave es la economía de fuerzas. Es precisamente en esta cuesta de "Los Horcones" donde se debería llegar al máximo de economía, pues todo ahorro de energía resultará valiosísima para coronar la última de las subidas, que es no sólo muy extensa, sino diferente de todas las anteriores y sin duda, la más complicada. Tenga también presente que en esta zona es donde el viento sopla con mayor intensidad. En nuestro caso fue, atento a las circunstancias, bastante benigno, pues suele soplar con mayor fuerza.
Le sigue la pampita señalada, que parece plana, pero en realidad es un plano inclinado, que une el fin de la cuesta de "Los Horcones" con la primera etapa de la cuesta "De la Soberanía".
Así, finalmente, se encara la famosa cuesta "De la Soberanía". El primer tramo se inicia con una curva ascendente hacia la izquierda, en donde se encara una subida recta en paralelo con el eje de la Cordillera –"norte-sur"–, al final de la cual está el cartel señalador que anuncia la curva -a la derecha- que da ascenso a la cuesta ppdd. que se desarrolla nuevamente sobre el eje de cruce "oeste-este".
Esa recta es pronunciada y muy cansadora, pero a partir de la curva comienza un ascenso que pone a prueba nuestro equilibrio psíquico, pues a uno ya no le quedan reservas y como al comienzo del escrito señalábamos, es aquí en donde uno comienza a respirar por todos los orificios que en su cuerpo comunican con el exterior. El problema es que Ud. no alcanza a ver dónde termina su ascenso, pues nuevas curvas y rectas se lo impiden, constituyendo ello el mayor reto psicológico a vencer. Tenga presente que a pesar de ello, tiene su fin.
Es importante aclarar, que nunca se pierde el ritmo de respiración, sigue siendo un esfuerzo aeróbico, lo difícil es alimentar los músculos con oxígeno y "tirar", como en el caso de uno de nosotros, de casi cien kilos más el peso de la bicicleta. Aquí la lucha no consiste en lograr uno o dos kilómetros más de velocidad, sino en no perder el ritmo de 7 u 8 kms. horario. Pues la sensación que se tiene es que, si uno deja de pedalear no vuelve a subirse nunca más a la bici. Este es el momento decisivo, cumbre, de toda la travesía: resisto o me bajo. Es este el momento de tener presente aquello de: "llegar, siempre se llega".
De todos modos, es aconsejable caminar unos veinte o treinta metros, y verá Ud. que las piernas vuelven a responder. De a poco irá transitando los últimos dos o tres km. Llegará diez, quince o veinte minutos después que el resto, pero llegará.
El final de la cuesta remata en un túnel. Aquí es muy conveniente rejuntar el pelotón y entrar al puente con la ayuda de las luces del vehículo, pues es bastante largo y con un sector en que se avanza a ciegas. Tener presente que en los túneles, según su distancia, no hay que olvidar sacarse las gafas de sol.
A la salida Ud. llegará finalmente a "Las Cuevas" –3200mts. de altitud–. No olvidará nunca en su vida esta llegada. Haya llegado entre los primeros o entre los últimos, Ud. se sentirá el "Rey del Universo".
Cuidado, porque la satisfacción que produce este esforzadísimo triunfo, al punto le hará olvidar el grado de humildad alcanzado, y nuevamente "la loca de la casa" se enseñorará y Ud. volverá a creer que puede hacer cualquier cosa, con la suficiencia y soberbia que había logrado domeñar gracias a las tremendas cuestas pasadas.
Aproveche estos momentos para reflexionar, tomando un merecido chocolate caliente en el restaurante –el único– de "Las Cuevas", a fin de alcanzar su madurez como ciclista, contemplando no sólo el paisaje, sino aquel adagio clásico que sostiene que "el verdadero bien es arduo, siempre fruto del esfuerzo". Lo que plenamente sacia el espíritu humano es siempre fruto del esfuerzo. Todo lo contrario a la burguesa cultura consumista moderna, en la que el bien es meramente sensitivo. No sólo será Ud. un ciclista maduro y diferente, sino una mejor persona. En fin, que "llegar, siempre se llega".

Estadísticas:
Distancia: 84 kms.
Salida: 5,45 hs. Llegada 12,30hs.
Horas pedaleo: 5,23 hs.
Promedio 15,6 km/hora
.


Aquí llega el momento de subirse al vehículo para cruzar el "Túnel Libertadores" –internacional–. No se puede circular en bicicleta por el túnel, está estrictamente prohibido.
A la salida se encuentra la localidad chilena de "Caracoles", y luego de una bajada de aproximadamente 5 km. –muy dificultosa en su ascenso, pero la mayor de las veces con viento a favor–, se llega a la aduana chilena. Armese de paciencia.
Cumplimentados los trámites se inicia la bajada de "Los Caracoles", verdadero camino de faldeo –curva de 180º, 200/300 mts. de recta, nueva curva de 180º y así sucesivamente hasta contabilizar 30 tramos–; en total 11,5km.
Nosotros no nos atrevimos a descender porque las curvas se encuentran en muy mal estado para encararlas con bicicleta de ruta, lo cual impide soltarse en la bajada. Por tanto, si Ud. desea igual encararlo, pues no es imposible, siga las indicaciones ya señaladas, manos sobre los frenos, vista 20/30 mts. por delante, y tome las curvas a no más de 10 km. hora, sino a menor velocidad. Mucho cuidado.
De ahí en más la ruta hasta el Pacífico es buena y en bajada.
En nuestro caso seguimos en auto hasta Reñaca y nos llamó la atención el intenso tráfico después de "Los Andes". Lo conveniente es hacer noche en esta localidad y bien temprano salir para la costa a fin de evitar el intenso tráfico.
En Reñaca pasamos dos días y medio, iniciando el camino de regreso y haciendo noche en "Los Andes", en un hotel sobre la ruta, discreto pero de menor categoría que el de Uspallata. A pesar de ser capital de provincia no tiene buenos alojamientos, téngalo en cuenta en sus planes y reservas de hospedaje.

Tercera etapa.
Riecillo (Chile) - Uspallata
Distancia 94 kms.
Aproximadamente 18km. zona chilena y 76 km. zona argentina
Altitud: +2000 mts a 3200 mts. a 1800mts.

De "Los Andes" salimos en el vehículo hasta lo que consideramos un buen punto de salida para encarar la subida de "Los Caracoles". El lugar estimado era "Riecillo" entre "Río Colorado" y "Río Branco", pero no lo pudimos identificar, con lo cual comenzamos la aproximación a 6/7 kms. de la base de "Los Caracoles".
Primer tramo. Falso "Riecillo" - Caracoles - Aduana chilena. 18kms. (+-)
La aproximación se hace en un ascenso no pronunciado, útil para entrar en calor para encarar el esfuerzo venidero.
La "Subida de Los Caracoles" consiste en el faldeo descripto en serpentina, que tiene una longitud de 11,5 km. hasta la aduana chilena, y a mitad de camino se pasa por el centro de esquí de "Portillo". Luego de la aduana, existe una pronunciada cuesta, al modelo de las de nuestro lado, de unos 5 kms. de extensión que corona en la localidad de "Caracoles", en la puerta del túnel internacional.
Cuando se está en la base, la apreciación que se hace –supongo que todos la han hecho– es: "Yo no puedo subir ésto". Es algo imponente. Y luego de haber subido la "Cuesta de la Soberanía", este nuevo desafío nos parece mucho más difícil; por lo menos cuantitativamente, antes fueron 6km., ahora el doble, a más que el cambio de altitud es mucho más pronunciado, pues se suben casi mil metros en muy pocos kilómetros. Cierto es que uno ha llegado a esta instancia entero y descansado.
De positivo tiene, que uno cae en uno de esos raros casos de inspiración y vuelve a recordar que no es el "rey del universo". Rápidamente vuelve la cordura, es expulsada la "loquita de la casa" y un humilde "mea culpa" constituye nuestro principal apoyo para este nuevo y definitivo ascenso.
Sin embargo dos factores harán que este ascenso sea bastante más fácil que las cuestas del lado argentino.
El primero es el viento. En esta zona sopla a favor del ascenso, como el efecto del aire en una chimenea. No es poca cosa.
El segundo lo constituye la geometría de diseño de la serpentina, que hace que los planos inclinados que unen las curvas no sean tan pronunciados como aparentemente se los apreciaba. Y he aquí la clave para encarar esta subida: hágalo por el medio de la calzada, y en las curvas –en lo posible– por la parte alta del peralte, nunca –¡¡¡nunca!!!– por la cuerda, pues caerá en una pequeña hondanada difícil de sortear, sobre todo al final del esfuerzo.
Según su estado, fuerzas, preparación: ¡¡¡SIGA SU RITMO!!! La velocidad de ascenso oscilará entre 8/12 km.hora.
Es conveniente hacer una escala técnica luego de la curva nº 20, que antecede a dos cobertizos para nieve, que son extensos y de pronunciado ascenso. Aquí, nuevamente, coma bien, beba en demasía, en fin, haga todo lo que a esta altura ha hecho carne propia. Advierta que en este sitio ha logrado Ud. y a buen ritmo, trepar ya 2/3 de los Caracoles.
Reconfortado encare la última parte teniendo en cuenta esta última recomendación: las curvas que preceden a los cobertizos tómelas por la parte más alta del radio de curva, pues dentro de ellos el plano inclinado es muy pronunciado. (Eso sí, trate en las curvas de no destrozar algún "Scania" que tenga el tupé de enfrentarlo. Tratará de asustarlo bufando con los frenos, pues se sabe más débil que Ud.)
Verá Ud. que avanza de modo metódico, dueño de la situación y a buen ritmo y de pronto, luego de una curva, se encontrará con la aduana chilena, cuando en su imaginación tendría que haber aparecido un poco o mucho más lejos.
Hasta aquí se llega cansado pero entero.
Queda un último esfuerzo, 5km. desde la aduana hasta el túnel internacional. Se trata de una exigente subida del tipo argentino, pero con viento a favor. El problema es que Ud. viene ya minado por el esfuerzo de los Caracoles. No podemos decirle mucho más, porque en esta ocasión .... le huimos al esfuerzo.... y nos subimos al auto, para bajarnos y retomar nuestra bicis en la pampita que une las cuestas de la "Soberanía" y de "Los Horcones". Lo hicimos en una "plaza de estacionamiento de camiones" a mano derecha, en donde se vuelve a merendar, pues este último tramo se encara en su totalidad sin escalas, salvo causa mayor.
El no realizar el descenso de la "Cuesta de la Soberanía", se debió al mismo criterio optado para el caso de los Caracoles: el estado del camino. Es quizás el descenso más pronunciado de toda la travesía, en las más de las veces con viento a favor, con lo cual se corre un cierto riesgo. Nuevamente, si Ud. lo intenta, siga en más lo recomendado para los descensos. Poder se puede, pero exige muchísima prudencia.

Segundo tramo. Pampita Horcones-Uspallata 76kms. (+-)
Este tramo se inicia con la bajada a "Los Horcones", que se debe encarar con prudencia según lo relatado; se trata de 6km. en bajada hasta que se ingresa en la aduana argentina –Los Horcones–. Aquí el trámite fue bastante rápido y consiste en presentar todos los papeles que fueron llenados con anterioridad en la aduana chilena, a la ida.
Como se sigue la línea de descenso el rodaje es ágil y fácil, salvo el estado del pavimento, con lo que se debe ir muy atento. Rápidamente pasan "Puente del Inca", "Penitentes", "Punta de Vacas", alguna subida que rompe el ritmo, "Polvaredas", la sucesión de túneles, otras dos subidas con sus respectivas bajadas, una larga meseta y una última subida hasta que se entra definitivamente en el valle de Uspallata en una corta bajada y un par de km. en llano hasta la localidad. De no mediar el mal estado del pavimento, el viento que inusualmente lo tuvimos en contra, hubiese sido razonable alcanzar un promedio de velocidad, para este segundo tramo, análogo al obtenido en la última etapa.
Como verá el lector, la extensión del relato, sigue a la velocidad al descenso. Mucho más no hay que señalar. No obstante, conviene insistir en el cuidado que se debe tener en las bajadas, reiteramos, habida cuenta el estado del pavimento. Nuestras bicis no son de mountain. ¡¡¡No se entusiasme!!! Recuerde la exactitud del dicho español respecto a los descensos de montaña, son:¡¡¡ A TUMBA ABIERTA!!!
Noche en el mismo hotel y cena en la que todos nos permitimos la licencia de ¡no comer pastas!


Estadísticas:
Distancia: 94 kms.
Salida: 8,45 hs. Llegada 15,20hs.
Horas pedaleo: 4,47 hs.
Promedio 19,7 km/hora.

Cuarta etapa.
Uspallata - Mendoza (Chacras de Coria)
Distancia 103 kms.
Altitud: de 1800 mts. a 700 mts.

Primera Parte. Uspallata - Potrerillos 53km.
Después de un buen desayuno emprendimos el tramo final, el más rápido de la travesía en todo sentido. Aquí esos kilillos de más que como pegamento nos adherían al pavimento, obraron en sentido inverso. Algo en nuestras arterioescleróticas memorias no hace recordar esa fórmula que decía ¿cómo decía?... no sé, algo así como "masa por velocidad". En fin, que una vez superado el punto de inercia, la velocidad en el descenso se incrementa en función de nuestro peso: ¡bendita sea la grasa! Nuevamente, doña "loca de la casa" toma el dominio de la situación. Ha llegado la hora de vengarnos de "Pantani".
Diez km. en constante bajada –no pronunciada– nos llevan hasta el cauce del río Mendoza; como recién salimos nuestras calderas metabólicas –de más de cincuenta años– tardan lo suyo para entrar en calor –"cambiar el aire", como se dice–. En este primer tramo se pueden fácilmente orillar los 35km. de promedio, no fue nuestro caso.
Se pasa el puente, dejándose a mano derecha la estación ferroviaria de Uspallata, en donde la vía se dirige a la Cordillera, sigue el tramo de túneles y se sigue avanzando a promedio de llano, con algunas subidas no muy pronunciadas que apocan el promedio. La dificultad más importante es el ascenso, cuesta o paso, de "Guido" en donde se asciende nuevamente hasta 1200 mts. de altitud. Y desde allí, hasta "Potrerillos", el camino no es tan veloz como en la primera parte.
En "Potrerillos" se hace una única parada, fundamentalmente para recuperar fuerzas para la subida. Se trata de aquella bajada de 6km. sin pedalear y con excelente pavimento, que ahora, lamentablemente, hay que ascender. Aquí, se imponen los debidos sandwiches y bebidas.
Segunda Parte. Potrerillos - Chacras de Coria. 50 km.
Al segundo kilómetro de ascenso y establecido el régimen en 8/9 hm. horarios, sorpresivamente y sin empeño de nuestra voluntad, nos vuelve a dejar "la loca de la casa" y casi, se podría afirmar como en el Evangelio, nos transfiguramos en unas plácidas, mansas y humildes criaturas. (Los monges de clausura ignoran la eficacia ascética que llegan a tener estas cuestas.) Pero, bien se dice que el hombre es una "naturaleza caída" atraído tanto por el bien como por el mal, y una vez coronada la cuesta comienza una bajada que se prolonga, en el marco teórico, hasta el desvío que en la ruta 7 conduce a "Luján de Cuyo". Fue aquí donde alcanzamos los máximos promedios, a pesar de tener el viento en contra, y como lógica consecuencia comenzó el "palo a palo", o si se prefiere el "grasa a grasa". Aquí la loca, el amo de la galaxia, etc. estaban decididamente desatados. Cosa que llevó a uno de los participantes, mendocino él, a que nos preparásemos para un orgasmo; de más estar decir que gentilmente le cedimos la delantera del pelotón.
De tal suerte que al llegar al llano, se mantuvo, en ocasiones, un promedio de 40km/hora con viento en contra. Claro, al lado de las cuestas, aquí el viento nos pareció una pequeña estribación.

Una sorpresa nos esperaba en "Chacras de Coria", las familias mendocinas de los Baez y Mosso, nos habían preparado una recepción con una cálida bandera de llegada, una jocosa entrega de premios personalizados, con una explicación del motivo de los mismos a cargo de Susana Baez, entrañable anfitriona de los dos incautos porteños.


Estadísticas:
Distancia: 103 kms.
Salida: 7,30 hs. Llegada circa las 12, porque hubo retraso por causa de un piquete en "Luján de Cuyo".
Horas pedaleo: 3,32 hs.
Promedio 29,7 km/hora.
Velocidad máxima: 61,9 km/hora.



Nuestro grupo.

Osvaldo Mosso.
Mendocino, 58 años. 1,77mts - 76 kg. Escalador guía y siempre tirando en la montaña. Eficiente organizador de la travesía, dueño y señor de Los Andes.
Carlos Baez. (Bull Carlos)
Mendocino, 57 años,1,80 - 92 kg. Escalador y llanero. No es decatlonista en bici, porque no hay tal especialidad, pero podría serlo.
Pablo Fortín.
Porteño, 56 años, 1,98 mts. - 80kg. Un inconsciente de gran amor propio.
Mauro Segret.
Porteño, 53 años, 1,83 mts. - 97 kg. "El loco de la casa".




















4 comentarios:

Juan Francisco dijo...

muy buena la nota muchas gracias por publicar, estoy con ganas de hacer el mismo trayecto pero en modalidad cicloturismo. Espero contar con uds para algunos ajustes de la preparacion.
Abrazo
Francisco Losano
franlosano@hotmail.com

Luis V. dijo...

EStimados....
buscando experiencias llegué a su BLOG. Impecable el relato, casi tanto como la travesía que han hecho.
Soy de MAr del Plata y con un par de amigo estamos planificando un doble cruce en BTT por los pasos del Sur (Tromen a la ida y HuaHum al regreso). Como toda experiencia cuenta, me gustaría, si no les molesta, consultarlos en alguna oportunidad.
Les paso una dirección y si pueden/quieren/tienen tiempo me responden.
Próximamente publicaremos en un sitio web a modo de bitácora de los preparativos. Entonces les pasaré la dirección.
Saludos cordiales, Fernando
infoser@gmail.com

fabian vargas dijo...

bueno trate de dejarles unas palabras,pero la pc me esta ganando. suerte exitos y gracias

fabian vargas dijo...

ahora si... buscando bicis me tope con uds.Que hermosa y basta experiencia, gracias por comprartirla con todos nos. el espiritu de aventura los llevo lejos y son los valores de un mismo el motor que mueve las piernas.su humildad demuestra que son hombres como pocos y ejmplos para muchos...su relato es una invitacion una tentacion.....quizas el prox. verano